Por Max Barón, de Keren Hayesod Chile
Es recurrente dentro del imaginario comunitario, posicionar a Keren Hayesod como una institución dedicada exclusivamente a la labor de recaudación de fondos con miras al desarrollo de proyectos sociales y educativos en Israel. Si bien esa es una gran parte de nuestro trabajo, lo cierto es que históricamente también ayudamos a nuestras instituciones locales. Nuestra misión es asegurar la continuidad de la vida judía no solamente en Israel, sino que también, en todas las comunidades que nos conforman como pueblo. En este sentido, proteger nuestra existencia y cuidar la fortaleza de nuestra cultura es un propósito global enmarcado en la preservación de la vida judía tanto en Israel como en el mundo.
Keren Hayesod siempre se ha preocupado por el desarrollo de las instituciones locales y desde el año 2018 con la creación de la Fundación Keren Hayesod Chile se ha implementado anualmente el programa de Fondos Concursables. Este proyecto consiste en la realización de un concurso público dirigido a instituciones comunitarias dentro del cual estas postulan con un (o más) proyecto en específico que esté relacionado con la protección y continuidad de la vida judía. Las iniciativas aprobadas cubren una amplia gama de áreas de interés que abarcan desde la vida deportiva hasta el aseguramiento de la educación judía para cualquier miembro de nuestra colectividad que la necesite. Dicho en otras palabras, buscamos atender la mayor cantidad de necesidades comunitarias mediante la canalización de fondos en proyectos de instituciones locales.
Lo anterior, implica que año a año nos veamos enfrentados a un doble compromiso: por un lado, tenemos que cumplir con las metas de nuestra Magbit (campaña) que se destinan a Israel, pero, por otra parte, también hay que asegurar un piso estable para que los proyectos que se desarrollan en Chile tengan continuidad. A esto también es importante añadir que, durante ciertos periodos, surgen acontecimientos imprevistos, como, por ejemplo, el conflicto ruso-ucraniano que estamos presenciando hasta el presente, lo que nos lleva a no solamente estar doblemente comprometidos con nuestro pueblo, sino que triplemente involucrados en la protección de la vida judía mediante campañas de solidaridad. A fin de cuentas, el propósito es el mismo: no dejar a nadie atrás y ser el vínculo entre personas que necesitan ayuda y quienes están dispuestas a involucrarse en esta causa.
Como Keren Hayesod, nos gustaría agradecer a todas las personas que confían en nosotros y creen en nuestra labor. Sin su apoyo, nada de lo que hemos logrado a lo largo de nuestros más de 100 años de historia hubiera sido posible. Somos una comunidad diversa que vive en un contexto global cada vez más cambiante y acelerado, lo que significa que año a año surjan nuevos desafíos que requieren de nuestra atención. Así, para asegurar la permanencia y continuidad de nuestro pueblo, precisamos del compromiso permanente de nuestra comunidad para seguir atendiendo las necesidades de quienes dependen de nosotros en el presente y de aquellos/as que van a necesitar nuestra ayuda en el futuro.
Te invitamos a sumarte a esta hermosa labor y a ser un agente de cambio activo en el cuidado de la vida judía