Desde el comienzo del estallido de la crisis generada por el coronavirus, más de mil olim llegaron a Israel, mientras el número de candidatos interesados en concretar su aliá se encuentra en aumento en un 20%.
La aliá, siempre enraizada en la profunda sensación de pertenencia y el deseo de construir el futuro en la patria judía, incrementó, además en los últimos años, por crisis económicas, inestabilidad política y crecientes brotes de antisemitismo.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de Tel Aviv registra un aumento de 18% en el número de ataques antisemitas en el mundo, donde siete judíos fueron asesinados en 450 atentados objetivos judíos. Y el estallido del coronavirus encendió una vasta ola de expresiones antisemitas, culpando a los judíos por la propagación de la pandemia y por la recesión económica que ella causa.
En este contexto tan desafiante resulta crucial continuar con nuestras actividades en relación a la aliá en todos los países del mundo.
El complicado proceso de aliá y klitá (absorción) incluye una serie de componentes básicos, como una pre-etapa de asesoramiento en los países de origen, atención personalizada a través del Centro Global que opera en varios idiomas las 24 horas del día, seguimiento y coordinación logística a los futuros olim y la cobertura del costo de su traslado aéreo a Israel. Los nuevos inmigrantes se alojan en uno de los 17 Centros de Absorción que opera la Agencia Judía en todo el país, por un período de hasta 18 meses, durante el cual se benefician de servicios para proporcionarles un “suave aterrizaje” en Israel.
Debido a la pandemia, el tradicional proceso de aliá y absorción exige la toma de precauciones adicionales, por ejemplo, período de confinamiento de 14 días en una vivienda provisoria antes de serle permitido su traslado al Centro de Absorción.