El Jewish Business Club es un Club de emprendedores, empresarios y profesionales judíos de primer nivel que se juntan para aprender, compartir “Know How” y hacer “Networking”. El JBC trabaja por lograr que todos sus miembros hagan más y mejores negocios de tal forma que puedan aportar de vuelta a la comunidad. El concepto “Give Back” es el centro de la visión de este proyecto que ya lleva 6 años en Chile. A la fecha cuenta con alrededor de 35 miembros activos – partners – entre los cuales destacan diversas industrias. Se reúnen todos los meses y tenemos charlas de diversos tipos.
Desde su fundación, el año 2013, se decidió que cada 2 años se realizaría un viaje para poder conocer la tendencia mundial respecto a estos temas de innovación, startups y otros, muy interesantes para el grupo. Así, en los 6 años que lleva el grupo se han realizado 4 giras, 2 a San Francisco y 2 a Israel.
Este noviembre recién pasado, se realizó una gira a Israel. Fueron 14 partners, algunos habían visitado Israel hace menos de dos años, otros, hace más de 15 años e incluso para uno de ellos era la primera vez que conocía este maravilloso país.
“Buscamos un destino que nos permita aprender una manera diferente de hacer las cosas, nuevos modelos de negocio, tendencias tecnológicas, y por supuesto, pasarlo bien en el proceso.” Comenta Claudio Perek, Partner del Jewish Business Club
No es fácil organizar un viaje por tan pocos días en este país que tiene tantas cosas que ofrecer. Es por eso que fue vital la ayuda del Keren Hayesod, quienes, desde un principio, se preocuparon de cada detalle en la programación de las actividades para asegurar que fuera un viaje de primer nivel.
Estuvieron una semana y se pudieron empapar de conocimiento y grandes aprendizajes. Si bien no hubo mucho tiempo para el descanso, lograron visitar distintos startups, centros de innovación, universidad Technion, aceleradoras, entre otros. Tuvieron la oportunidad de visitar las oficinas de Mobileye, (la mayor empresa de tecnología de sistemas de asistencia al conductor del mundo, comprada por Intel en 15 billones de dólares. La cual hará posible que el 2022 un taxi autónomo te lleve del Aeropuerto Ben Gurion a Tel Aviv), como así también reunirse con un miembro de la Kneset (parlamento) y finalmente, visitar importantes e impresionantes proyectos del Keren Hayesod (como lo es Net@) que son grandes referentes de High Tech.
Compartieron con personas de verdad, que desde sus propios emprendimientos o trabajando para las empresas más grandes del mundo, estuvieron dispuestos a reunirse con ellos y contar sus experiencias desde la mayor humildad y dejando en evidencia que la ayuda entre emprendedores es el único camino para el éxito.
Nicole Alter, Partner del Jewish Business Club agregó, “Es increíble ver cómo este país con solo 8 millones de personas y con solo 71 años, ha logrado ser uno de los más avanzados en innovación, High Tech y otros. Sin duda fue un viaje tremendamente inspirador para todos, en que además de compartir, aprender y disfrutar, sacamos muchas ideas y proyectos que esperamos poder concretar”.
“Lo que más disfrute del viaje fue poder empaparme de gente con una mentalidad distinta, que prefieren cambiar el mundo que ver cómo éste cambia. Tener una mirada a muy largo plazo, planificar cómo quieren que sea el mundo en 25 años y qué están haciendo ellos para que eso pase. Fue muy interesante ver cómo esto nos afecta como meros espectadores y frente a qué tenemos que estar preparados. Finalmente, me impresionó la diferente forma de educar a las nuevas generaciones, el concepto del por qué, en vez del qué. Otra gran sorpresa, fue como los proyectos del Keren Hayesod están totalmente alineados con el mundo High Tech, educando a niños de la periferia social en este nuevo contexto. Sin duda nos llevamos una muy gran tarea por delante”. Rodolfo Borzutzky, Partner del JBC en Chile y participante del viaje de este año.
“Lo que más me gustó de este viaje a Israel, más allá del impresionante ecosistema de emprendimiento e innovación, fue un programa llamado Net@. Esta iniciativa es financiada en parte importante por Keren Hayesod y tiene como objetivo lograr la movilidad social de niños vulnerables a través de la programación. Con cursos extracurriculares desde 6to a 4to medio logran que los niños se gradúen programando en lenguajes como Python, HTML, entre otros. De esta manera ya son personas con acceso a muy buenos trabajos en compañías tech sin haber ido a la universidad, además de candidatos a las unidades de élite del ejército. Un sueño de los que viajamos es implementar algo similar en Chile”. Tomas Bercovich, Partner del JBC en Chile y participante del viaje de este año.
“Fue un viaje que todos esperábamos hace años, pero por distintos motivos se fue postergando.
Desde un comienzo el Keren Hayesod mostró un gran compromiso para ayudarnos a cumplir nuestro objetivo, lo cual fue un factor clave de éxito. Armaron una agenda de primer nivel, que incluyó las infaltables visitas a start ups, fondos de inversión de riesgo y aceleradoras, pero además pudimos conocer otros aspectos de la sociedad israelí, como la importancia y foco en educación, como un factor clave del modelo, con visitas al exitoso programa Net@, apoyado por el Keren Hayesod, para educar a jóvenes después del colegio en tecnología o la visita al Technion, con sus 3 premios Nobel. Tuvimos la oportunidad de conversar con un miembro del Knesset, Sr. Yzhar Shai y de compartir con israelíes de edad avanzada, algunos de ellos sobrevivientes del Holocausto o inmigrantes de la ex Unión Soviética, que no disponen de un hogar, marco familiar o de amigos que les brinden ayuda, y que Keren Hayesod apoya a través de la Compañía Amigour, que les proporciona viviendas asequibles, para una vida digna e independiente.” Claudio Perek, Partner del JBC en Chile y participante del viaje de este año.
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